¡¡¡Hola de nuevo!!!
¿Qué tal fue el verano? El mío ha sido muchas cosas a la
vez: muy divertido, viajero, familiar, deportivo… y sobre todo ¡corto!
Como era de esperar, tanta actividad no ha dejado mucho
margen para las labores pero hay mucho año de “cole” y poco de disfrutar de las
vacaciones así que estoy muy muy contenta.
Y la vuelta está siendo muy muy dura…. Pero por Sevilla el
ambiente veraniego y las promesas de playa el fin de semana ayudan a
sobrellevar la depresión postvacacional.
Como calentamiento bloguero para empezar el nuevo curso os
quiero contar cómo fue un taller de iniciación al punto que impartí en el
pueblito de Soria donde pasamos gran parte de nuestros periodos vacacionales.
Se llama Arenillas y es una localidad de menos de cincuenta habitantes en invierno
que llega a unos doscientos en verano (calculo yo…).
En el marco de la programación de las fiestas patronales de
agosto, la coordinadora de la comisión de eventos culturales me propuso
impartir un taller de punto para principiantes. ¡¡¡Mi primera experiencia como
profe!!! ¡Qué ilusión! ¡Qué nervios!
Acordamos planificar materiales para 15 alumnos como primer
tanteo del posible interés, en mi caso con bastante poca confianza de que se
alcanzara ni la mitad de asistencia. Como primer acercamiento al punto con dos agujas
les propuse intentar hacer un cuello a punto bobo, algo fácil y motivante ya
que es sencillo terminar el trabajo en el tiempo previsto para el taller
(inicialmente 3 horas).
La verdad es que la acogida me sorprendió mucho. No sólo se
llenó si no que tuvimos que aplazar a algunas alumnas para una segunda edición particular
¡Y algunas alumnas estuvieron más de cuatro horas trabajando intensamente en
sus proyectos!
Incluso hubo un par de chicos entre los asistentes… ¡Éxito
total!
¡El año que viene repetimos!
Os dejo las fotos:
¡Qué bien sienta la vuelta con estos recuerdos tan buenos! Espero
que vuestro verano haya sido estupendo.
¡Buen finde!
María
