Los baberos son una alternativa para
regalar muy versátil. Te puedes complicar la vida o no tanto como quieras, y desde el nivel principiante se pueden hacer cosas muy chulas.
Os muestro algunos ejemplos de
los primeros que hice, cada uno un estilo un poco diferente.
El primero fue casi mi primera
experiencia con el patchwork. Para hacerlo usé la técnica del log cabin con los
primeros retales de tela que familiares y conocidos me dieron:
Para el segundo hice unas
aplicaciones sobre una tela de rizo y usé tela plastificada para la trasera que
protege aún más la ropa del peque. Como aun no tenía mi máquina lo hice todo a
mano en un fin de semana. Si se cuenta con la máquina es regalo muy rápido
de hacer:
En el tercero, un encargo de mi
hermana como regalo para una amiga, apliqué el dibujo y el nombre sobre un
babero comprado en IKEA. Los venden en lotes de 6 con bieses de distintos colores a un precio muy económico.
Este es aún más fácil que el anterior si cabe ya que solo hay que realizar la aplicación, aunque el acabado no es tan limpio:
Un detalle de la aplicación:
Los baberos son un regalo muy
útil para los futuros padres (especialmente los forrados con tela impermeable)
y, como todas las cosas hechas a mano, con millones de posibilidades para
personalizar.
Si se acompañan con un chupetero,
alguna toalla de baño, un neceser u otro accesorio a juego tienes una
canastilla muy apañá.
¿Qué os parecen? ¿Os han dado ideas
para algún regalo en proyecto? Espero que sí.
¡Buen finde a todos!
María
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