El Mei Tai es un tipo de portabebés con
mucha historia… En la antigüedad, este tipo de portabebés tenía su significado
más allá del de llevar contigo a tu bebé. Su origen data de hace mucho tiempo
atrás. Eran usados por decenas de grupos étnicos locales de Guizhou, Yunnán,
Guangxi y Hunán y tiene un significado de honor y de amor. El mei tai es una
parte importante de la cultura vestimentaria y textil china y representan el
amor maternal.
Anteriormente, los portabebés eran
colchas con unas bandas anchas en las que se envolvía al bebé para luego atarlo
a la espalda de la madre. Desde el punto de vista funcional, el portabebés
permite a la madre tener las manos libres para llevar a cabo sus tareas
diarias, así como cuidar del bebé. Al mismo tiempo, hace que el bebé se sienta
seguro y acerca a la madre y al niño más aún.
En la tradición de las etnias del
suroeste de China, los portabebés son mayoritariamente un regalo de la familia
materna del niño, que se ofrece al nacer el bebé o cuando cumple el primer mes
de vida. “Los portabebés hunden sus raíces en lo más profundo de los tiempos”,
así reza una canción popular.
El portabebés estrecha los
vínculos entre las dos familias, con las bendiciones de la abuela materna y
contribuyendo al honor de la nueva madre y al de la familia del padre. Hechas
por sus propias manos, así tenían mayor significado. La madre borda bonitos
motivos auspiciosos en el portabebés para expresar sus mejores deseos para el
niño.
El símbolo chino cantonés del Mei Tai
Este es su significado en este idioma
difícil para nosotros pero tan peculiar y sencillos para ellos. Originalmente
era mei- daai:
- Me - para llevar sobre los hombros
- daai - cinturón, banda / traer
Pues bien, mi pequeña Selva ya tiene el suyo y es reversible:
No soy su abuela materna pero quiero mucho a sus papás así
que debería ser más que suficiente.
Lo que os aseguro es que lo he hecho con mucho cariño y
tiene bordados como hacían las madres chinas. De hecho, he disfrutado como una
enana realzando los detalles de los animales que el Mei Tai tiene en su parte
delantera (no sé si lo apreciáis bien en las fotos). Ha sido de esos trabajos
tranquilos que te permiten tomarte tu tiempo y disfrutar de ellos,
especialmente si lo haces pensando en gente a la que quieres como Sheila y David,
los papás de Selva, y su pequeña a la que espero conocer en unos meses…
¡Buen puente a todos!
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